1. Descalzarse correctamente.
Si los zapatos tienen hebillas o cordones o velcros, hay que desatarlos para descalzarse, no tirar del talón, porque así se deforman.
2. Al zapatero.
A la hora de guardar los zapatos, hay que intentar rellenarlos con papel o ponerles una horma para que así vuelva a recuperar su forma.
3. Zapatos de Tela.
Si tu calzado tiene partes de tela, deberás humedecer el material con el producto adecuado, con un cepillo de cerdas sintéticas y aclararlo con un paño humedecido en agua y dejarlo secar. Evita la luz directa y las fuentes de calor.
4. Zapatos de Nobuk.
Cuando el zapato es de Nobuk lo primero que hay que hacer es cepillarlo y aplicar un spray protector especial.
5. Zapatos de gamuza.
Cepilla el zapato de gamuza en el sentido del pelo. Cuando se moje, déjalo secar sin que le dé la luz directa ni fuentes de calor. Puedes rellenarlo de papel para que absorba la humedad sobrante.
6. Zapatos de Piel.
Si tiene restos de suciedad, hay que limpiarlos con un paño humedecido. Una vez limpio, hay que darle una crema hidratante o un betún del color del zapato y dejarlo secar. Después, cepillar con un cepillo de cerdas naturales y a continuación, limpiar con un paño limpio para sacar brillo.
Fuente: lainformacion.com
